Descripción del lugar

         Esta población se ha distinguido por tener un intenso movimiento comercial, para esto cuenta con grandes tiendas y centrales de abasto, que tienen todo tipo de mercancías, para surtir a los comercios de la propia ciudad y a los pueblos cercanos.

Junto a la parroquia, en el centro de la población, existe el mercado municipal, cuenta con una enorme nave cubierta, donde se venden infinidad de mercancías, llaman la atención la cantidad de puestos que se han instalado fuera del mercado, y la diversidad de mercancía que venden.

En estos puestos se exhiben cosas muy interesantes como son: las artesanías que se fabrican en la localidad, como cazuelas y pequeñas piezas de barro que se utilizan en la cocina, los antiguos molcajetes hechos de una sola pieza de piedra porosa, (son el antecedente de las licuadoras), también existen verdaderas obras de arte en cerámica y pinturas al óleo.


Existen puestos colmados de todos los dulces que se fabrican con frutas y semillas, en otros brillan intensamente las botellas que contienen los licores hechos con diferentes sabores y jugos de frutas, se pueden adquirir las frescas verduras que se cosechan en los huertos familiares.

Las personas que gusten de saborear los antojitos mexicanos como son: las quesadillas, tacos de hongos, guisos de pancita, barbacoa, tamales de chile y de dulce, chicharrón en chile verde, ricos atoles y el famoso café de ollita, esto lo podrán tomar en los puestos de comidas que se encuentran en este singular mercado.

En Amecameca, después de haber hecho excelentes compras en el mercado y tomado un opíparo almuerzo, el visitante puede conocer la parroquia y el ex convento de la Asunción, construidos en el siglo XVI por los frailes dominicos, subir el cerro del sacromonte, para visitar la iglesia edificada en la gruta donde vivió Fray Martín de Valencia, o concurrir a una de las haciendas lecheras que se encuentran cerca para comprar quesos y otros lácteos, de muy buena calidad.
Amecameca